lunes, 8 de septiembre de 2014

Del árbol del cielo a la isla de la luna.




Gran cantidad de leyendas tienen vínculos con sucesos históricos. Es la leyenda entonces una manera de explicar sucesos desde la cosmovisión inherente a un grupo humano determinado.

 Las leyendas que hablan sobre grandes cataclismos, el diluvio por ejemplo, se relatan en casi todas las comunidades del mundo confirmando el relato bíblico.



 En el caso de las etnias que habitaban el gran Chaco encontramos las que relatan el suceso que desencadenó la dispersión meteórica particularmente en Campo del Cielo en la zona que hoy comprenden las provincias de Santiago del Estero y Chaco.


                                                                                    De Celis, Rubin. (1783)



Los mocovíes creen que el mundo fue destruido en varias oportunidades, estos cataclismos serían; un devastador incendio debido a la caída del sol; una gran inundación debida a la destrucción del Árbol del Cielo y otra debida a un diluvio. De estos, y otros motivos recogidos por los cronistas solo hemos podido confirmar el del gran incendio y el del diluvio.
 Estos eventos, así como otros hitos fundacionales de la cultura humana (como la obtención del fuego), acontecen en un tiempo mítico en el que la existencia humana y animal eran intercambiables. En ese tiempo este pasaje era posible, luego ya no lo fue y la vida humana pasó a quedar claramente separada de la vida animal, perdiendo quienes quedaron como animales, el don del habla y otras habilidades humanas.” / Lehmann-Nitsche, Roberto - La atronomía de los Tobas. Revista del Museo de La Plata. (1924)


Árbol del Cielo



Hubo otro tiempo en que un gran árbol unía los diversos mundos. El de la copa, el de arriba, era el de la abundancia. Los hombres de la faz de la tierra iban allí a proveerse, subiendo y bajando por este árbol, vínculo de la vida. Mas un día no cumplieron con sus tradiciones solidarias, no entregaron lo mejor y más tierno a quienes no podían andar arriba-abajo, no dieron nada. Los ancianos se quejaron. Llegó el Gran Fuego y ardió todo. El joven Luna fue eclipsado por el jaguar celeste y sus trozos cayeron en tierra incendiándola. Algunos quedaron en el mundo de arriba cuando se quemó el Gran Árbol. Son los abuelos, Dapitchílos antepasados - estrellas, constelaciones - que cazan por el sendero de los ñanduces - La Vía Láctea -. Sólo unos pocos, honestos y respetuosos se salvaron metiéndose bajo la tierra, pero desde entonces todo hubo que conseguirlo aquí.” / Biazzi, M. y Magrassi, G - Orígenes, Argentina. Ed.Corregidor. Bs. As. (1988)



 Para los habitantes de la zona hace unos 1200 años el evento celeste, éste diluvio de fuego  generó un gran impacto también en su cultura.



Cuando la tierra estaba llena de hombres, había llegado un perro lleno de sarna y suciedad, pero con una linda cara; con una barba como de mono. Lleno de barro y de bichos, pero también con sarna, pero también con mucha sarna, lleno de sarna.

Y a ese perro no lo quería nadie. A lo mejor traía una peste ese perro.

Un hombre, avisado por su hija, que parece que sabía quien era ese perro por adentro, lo llamó. Lo cubrió con cariño con su poncho; y le dijo que se quedara en su casa nomás. Ya de noche, se durmió el hombre ese.

Esa misma noche nació del perro un hombre hermoso y bien vestido. Y le dijo al hombre bueno: - Levántate hijo; porque mañana todos esos hombres se van a quemar; ¡no dan lástima, ni poca, para no quemarlos!

¡Que es que era Dios ese perro!

- Esa gente se va a quemar - dijo - pero usted se va a hacer un pozo, y va a estar adentro con toda su familia hasta que pase el fuego. Ponga un porongo afuera, y, cuando reviente, ya es que se terminó el fuego entonces. Pero no hay que salir pronto, porque si se apura se va a salir cambiando en bicho.

Un día aguantan. Pero tres, tres días tienen que esperar; y no hay que salir en tres días.

¡Claro!, alguno no hizo caso y salió antes. Ese hombre que salió, miraba alrededor y al ratito ¡de golpe!, ¡como un viento!, salió hecho oso ese hombre... (...). Pasó el fuego. Y después llenó al mundo con los animales el mismo Dios; el mismo Dios los mandó. Ya estaban en el mundo los que antes salieron de la cueva. (...).” / Cordeu, E. / Aproximación al horizonte mítico de los Tobas. Rev. Runa Nro.XI. Bs. As. (1969).



 Este relato al que se le superpone alguna reminiscencia del cristianismo cuenta cuando el gran árbol se desmoronó sobre la tierra y arrasó con una amplia zona… más amplia quizá que la que se supone en un primer estudio.



 En cuanto a la leyenda el Padre José Guevara en su libro Historia del Paraguay, Río de la Plata y Tucumán escribe lo siguiente:

Al sol conciben como mujer, y le llaman gdazoa, que significa compañera. De él fingen algunas trágicas aventuras. Una vez cayó del cielo, y enterneció tanto el corazón de un mocobi, que se esforzó en levantarlo, y lo amarro para que no volviese a caer. La misma fatalidad sucedió al cielo; pero los ingeniosos y robustos mocobis, con puntas de palos lo sublevaron y repusieron en sus ejes.

Segunda vez cayó el sol, o porque las ataduras no eran bastantemente robustas, o porque el tiempo debilitó su fortaleza. Entonces fue cuando por todas partes corrieron inundaciones de fuego, y llamas que todo lo abrazaron y consumieron, árboles, plantas, animales y hombres. Pocos mocobis, por repararse de los incendios, se abismaron en los ríos y lagunas, y se convirtieron en capiguarás y caimanes. Dos de ellos, marido y mujer, buscaron asilo en la eminencia de un altísimo árbol, desde a donde miraron correr ríos de fuego que inundaban la superficie de la tierra; pero impensadamente se arrebató para arriba una llamarada, que les chamuscó la cara y convirtió en monos, de los cuales tuvo principio la especie de estos ridículos animales.” Guevara, José - Historia del Paraguay, Río de la Plata y Tucumán. (1882)



Esto nos habla de dos posibles eventos.

Según Dick Edgar Ibarra Grasso:

Vemos aquí la existencia de tres catástrofes. La primera, caída del Sol, luego cayó el cielo; después otra vez el Sol, con lo que se produjo el “incendio de la Tierra”, y en ella una pareja de mocovís se transforma en monos.” / Ibarra Grasso, Dick E. - Cosmogonía y mitología indígena americana. Ed. Kier. (1997)



Campo del cielo




 Este territorio lleva el nombre wichi de Otumpa y para los quom Pingüen Nunralta de donde viene el de Campo del Cielo.

 El fenómeno que tuvo gran repercusión en todas las etnias que habitaban la zona y despertó el interés de los primeros conquistadores españoles. Tal era el misterio y el deseo de encontrar al mayor fragmento al que llamaron el Mesón de Fierro que en 1576 Don Hernán Mejia de Miraval realiza la primera expedición en busca de los preciosos metales quienes muchos confundieron con la afamada Sierra de Plata. Luego le siguieron otras muchas como la de 1774 Bartolomé Francisco de Maguna que partió desde Santiago del Estero, la del capitán Melchor M. Costas en ese mismo año, la de Francisco de Serra y Canals en 1776 y sobre todo la de 1779 por el sargento mayor Francisco de Ibarra en la que formó parte Ángel J. Carranza del cual existe un elaborado mapa. La de 1783 a cargo de Miguel Rubín de Celis fue ordenada por el Virrey juan José Vértiz y se trató de la más numerosa y mejor equipada siendo la ultima en localizar el Mesón de Fierro que luego desapareció para siempre o por lo menos hasta que en 1936 el geofísico Juan Baigorri Velar aseguró haberlo hallado.

 No obstante el hecho de mantenerse oculto en el misterio existen cartas donde se indica la presencia y la localización aproximada.


-        Anónimo. (1783) [1]; [Trozo de Fierro]

-        Arrowsmith, A. (1806) [2]; [Plátina ó Fierro]

-        Pinkerton, J. (1812 / 18) [3]; [Hierro Mt. / Iron Mt.]

-        Arenales, J. (1832) [4]; [Meteorolithe]

-        Arrowsmith, J. (1834) [5];[Native Iron Mine]

-        Society for the Diffusion Diffusion of Useful Knowledge. (1844) [6]; [Native Iron]

-        Tanner, Henry S. (1845); [Monte de Hierro]

-         Mitchell, S. A. (1846 / 48); [Monte de Hierro]

-        Meyer, Joseph (1853); [Monte de Hierro]

-        Black, A. & Ch. (1854 / 1862) [7];[Native Iron]

-        De Moussy, V. M. (1873) [8]; [Fer. Meteórique]

-        Vander Naelen, Ph. (1866) [9]; [Meteoric Iron]

-        Jones, C. H.; Hamilton, T. H. & Williams, J. D. (1873) [10]; [Hierro Mt. / Iron Mt.]

-        De Moussy, V. M. (1873) [11]; [Fer. Meteórique]

-        Castro Boedo, E. (1875) [12]; [Fierro Meteórico]

-        Reinoso, J. (1881) [13]; [Hierro Meteórico]

-        Letts son & Co. (1883); [Campo del Cielo]

-        Carranza, A. J. (1883) [14]

-        Paz Soldán, M. F. (1888) [15]; [Fierro Meteórico]

-        Hansen, Carlos F. V. (1889); [Campo del Cielo]

-        Schrader, Vivien & St. Martin, L. (1931); [Campo del Cielo]



El geólogo norteamericano William Cassidy estudió durante 10 años los sucesos del meteorito y llegó a varias conclusiones. El tiempo aproximado del evento se calcula en aprox. 4000 años o según Cassydy a 5800 años según otras investigaciones.

 El meteorito que produjo la dispersión de Campo del Cielo son los restos de una especie de segundo satélite natural que tuvo la Tierra y que se precipitó sobre nuestro planeta y que entraron por el SO chileno depositándose en la zona en forma de trozos menores. Otra teoría nos dice que el cuerpo principal, mucho mayor, cayó entre Pirané y Comandante Fontana, en Formosa, formando el estero Patiño. En la zona del desierto de Atacama se produce una segunda dispersión.



 A la vera del Pilcomayo – Río rojizo o Río del Pillcu (especie de ave) – se extiende el estero Patiño que divide el nomenclador del río en Alto y Bajo Pilcomayo. Descubierto por los padres Gabriel Patiño y Antonio Montijo, que intentaron la navegación del río Pilcomayo en 1721, pero no pudieron avanzar más allá del estero. Es una extensa planicie poblada de totoras, con grandes lagunas y abundantes cauces abandonados.



Impactos




“Existen evidencias de que América del Sur fue impactada en forma múltiple por distintos cuerpos desprendidos de un mismo meteoroide (Cassidy et al., 1965). El Dr. Truman Kohman sugiere que un meteoroide padre entró a la atmósfera terrestre en una órbita muy llana y se fragmentó a gran altura en uno o más desmembramientos violentos. Un meteoroide que se acercase con dirección N60ºE a Campo del Cielo en una órbita aproximadamente de 40° de inclinación, reentraría en su próxima revolución más al norte. Una línea N60°E trazada a través de un punto situado 22° al oeste de Campo del Cielo, pasa por el campo de dispersión meteórico continental de la lluvia de Chile Septentrional (el cual podría yacer en su mayor parte en el Océano Pacífico frente a la costa chilena) (Cassidy et al., 1965). Otra posibilidad, que nosotros creemos más acertada, es que se trate de un impacto que podríamos denominar tipo Shoemaker-Levy 9 (haciendo referencia a la inmersión de dicho cometa en el planeta Júpiter) (Tancredi, 1999) En cualquiera de los dos casos este impacto habría ocasionado, entre otras, la dispersión meteórica de Campo del Cielo. Ésta se caracteriza por la sorprendente concentración de grandes meteoritos metálicos y la disposición de los cráteres de impacto: éstos están perfectamente alineados a lo largo de una recta cuya dirección es N60°E; la longitud de esa configuración es una de las más grandes observadas en la superficie terrestre…” Giménez Benítez S. R.,  López A. M. & Mammana L. A. – Meteoritos de Campo del Cielo: Impacto en la cultura aborigen.



Ahora bien, teniendo en cuenta la amplitud de fechas propuestas referentes al impacto y las leyendas que hablan de dos sucesos es quizá posible que haya habido dos incursiones.

 El que se indica con una dirección N60ºE se trataría del segundo impacto de importancia. Otro impacto anterior puede haber tenido diferente trayectoria y este coincidiría con la suposición de que uno de los fragmentos mas grandes haya provocado el estero Patiño.

 Desconozco si existen investigaciones profundas al respecto pero lo que si se sabe es que se sabe poco y se siguen encontrando nuevos fragmentos grandes en la actualidad.



Estero del Iberá




 Ocupando gran parte del noroeste y centro de la Provincia de Corrientes el Iberá es un depósito de agua cuya salida natural es el Río Corrientes que a su vez vuelca su caudal en el Paraná. Su extensión de 12.300 Km2 y con una profundidad que no supera los 3 metros esta compuesta por bañados, esteros, lagunas, embalsados y cursos de origen pluvial. De su variada vegetación compuesta por 1.500 especies se destacan las plantas flotantes que generan los embalsados o islas.

 Las lagunas que contiene son Iberá, Fernández, Luna, Galarza, entre otras.



 Poblada desde antiguo por los Tupí-Guaraní que se establecieron en el centro de América del Sur y hace unos 2000 años comenzaron un movimiento migratorio hacia el sud buscando el edén de la llamada Tierra sin Mal.  

 En lo que hoy es Territorio Argentino algunos grupos se establecieron en las zonas del Gran Chaco y Salta denominados Tapieté-guaraní mientras que los Mbya-guaraní en el Litoral.



 La voz I-Berá significa “Agua brillante” o “Lugar que resplandece o brilla” y se deduce que puede referirse a la imagen que refleja la Luna en el agua de los esteros.

 A su vez existen multitudes de leyendas guaraníes vinculadas a este espacio y sobre todo muchas de ellas animistas como la inquietante presencia del Yasí-Yateré (fragmento de luna) que es un ser bajo, de pelo rubio o plateado, que generalmente porta un sombrero y un bastón. Se lo acusa de robar niños a los que cautiva con su silbido o con su bastón.



Volviendo a los esteros se considera que la formación de los mismos se debe al retroceso de las aguas del gran Mar Paranaénse o Mar de Bravard que a partir del Mioceno (hace unos 15 millones de años) ocupó la mayor parte de las tierras de la Mesopotamia además de Santa Fe, Chaco y Buenos Aires. Hace 5 millones de años las aguas del gran mar comenzaron su retroceso.



Yaciretá


Jourdan E. C. (1838-1900)


 La isla Yaciretá o Patria de la Luna en idioma guaraní está ubicada en el Río Paraná, en el extremo Norte de los esteros del Iberá.

 En un artículo firmado por Ricardo Mello Vargas dice lo siguiente:

 “(…) la palabra Yacyretá o Iasyreta separada en raíces simples se traduciría como Iasy; Luna y Reta; Patria con lo que se conformaría el significado: Patria de la Luna. Continuando se puede producir una segunda separación en Iasyre; Ex Luna y Ta; Dureza o rojo, o sea: Rojo o dureza de la ex Luna. 



 El autor sigue diciendo: “Llama la atención que el sitio exacto en que se encuentra esta isla coincida con la posición geográfica de Campo del Cielo (Zumampa) en Santiago del Estero y con otro lugar del desierto de Atacama (Chile) en donde existen aerolitos. De Campo del Cielo han sido extraídas muestras distintas muestras de objetos errantes extraterrestres por la comisión argentino-norteamericana dirigida por el Dr.[William] Cassidy (...). Esta coincidencia concurre a avalar nuestra hipótesis, en cuanto a que la denominación de la isla Iasyreta, está indicando que en tal lugar cayó un fragmento de una “luna” o en todo caso un “cuerpo celeste”, ya que el nombre que los indios daban a la Luna (Iasy) bien podía que sólo quisiera expresarse la designación genérica de “cuerpo celeste” o “sideral”. (...).”



Este cuerpo meteórico habría impactado desviando el curso primitivo del río Paraná el que hasta entonces “corría por el cauce que forma la actual laguna Yverá. (...) Un poco más abajo de la isla Iasyreta se encuentra otra de nombre Apipé, cuyo nombre en guaraní significa: Api = Impacto y Pe = rotura, es decir, “Rotura por impacto”.”



Todo esto sugiere que el mayor fragmento del meteorito del Chaco puede haber ingresado en esa zona del Río Paraná generando por un lado los esteros y por el otro la isla de Yasiretá.



Cabe agregar que el investigador Oscar Orfeo sostiene que; “Los estudios que abordan el análisis de la diversidad biológica del Iberá identifican la presencia de organismos claramente asociados al río Paraná, algo que debe ser explicado teniendo en cuenta el presente aislamiento geográfico entre ambos.”



 Sin entrar en especulaciones fuera de las posibilidades que nos brinda la leyenda tenemos además Florencio de Basaldúa comenta:  

Cerca está la isla de Yaziretá, donde se han encontrado urnas funerarias, antiquísimas armas, y restos de construcciones; parece haber servido en el pasado de centro religioso del país circunvecino. Su significado guaraní de Isla de la Luna, basado en que Yazig es el nombre de ese astro, nos sugiere la idea de su igualdad con illa, que también significa luna en eskera; pues es sabido que los guaraníes no pronuncian la ll sino con el sonido de la y, puesto que de caballo, por ejemplo, han hecho cabayó, como pronuncian los andaluces y el bajo pueblo argentino; cayc por calle, balaya por batalla, cavarse por callarse, etc.

Si escribiéramos illa-esi-e releí, significaría en baskuence, terreno cercado lunar, sin alterarse el fonetismo guaraní y conservando su significación indígena. Recordemos de paso que killa significa, en kichúa, luna, matar, y fierro, porque en honor de la luna illa, sacrificaban víctimas humanas. Tiene gran importancia killa = fierro, porque prueba el uso de este metal en el Pirú, siglos antes de la conquista. En eskera, illa significa también luna, y muerte.” / De Basaldúa F. - Pasado, presente y porvenir del Territorio Nacional de Misiones. (1901)



[...] “La estensísima y encantada laguna Iberá, que del Norte al Sud atraviesa casi toda la provincia de Corrientes, ocupa el lugar que en otras partes ocuparon sierras ó montañas. Los fuegos que en ella se divisan en lontananza y supersticiosamente han asustado á los hombres que no animaron á cruzarla con las mejores embarcaciones, corroboran mi aserción y hace suponer que el terreno sufrió una depresión considerable en el lugar que ocupa. Los tres cerros inmediatos al pueblo de la Cruz, el cerro de Jarado y varios otros, donde á veces se oyen retumbar sonidos profundos y continuados, cuya forma cónica, como la del cerro Butucarahy, es precisamente la forma que afectan las partes sacudidas del suelo por las exhalaciones y el fuerte desenvolvimiento de los gases subterráneos, deben probablemente su aparición á corrientes eléctricas y á los fuegos interiores.Peyret, Alejo - Cartas sobre Misiones. (1881)




Lugares



Campo del Cielo


Dónde          Provincia de Chaco / Gancedo.


Existe una llanura llamada antiguamente Otumba al Este del Chaco, abarcando gran parte de la provincia de Santiago del Estero. Esta llanura es una verdadera estepa una travesía sin agua y sin bosques de modo que ofrece peligro a los que lo atraviesan a caballo por la sed que puede devorarlos en el suelo. En esta estepa ha caído un aerolito de enorme dimensión que fué descubierto en 1774 por un comerciante de nombre Laguna que acostumbraba a hacer viajes del Santiago del Estero a Corrientes atravesando esa llanura. Con motivo de este aerolito que fue dado a estudiar a muchos hombres de ciencia se le puso el nombre de Campo del Cielo y es el nombre con el cual se lo conoce hasta nuestros días.”  / Rojas Acosta, Nicolás. – Encuesta Nacional de Folklore. (1921)


Campo del Cielo, también llamado en lengua toba Piguen nonraltá, se encuentra en el sudoeste chaqueño, en el paraje Las Víboras, a 15 Km. al sur de la localidad de Gancedo, justo en el límite con la provincia de Santiago del Estero.

Es un campo de 15 Km. de largo por 3 Km. de ancho, cuyo nombre alude a una lluvia de meteoritos que recibió y que dejó su huella en profundos cráteres con gran cantidad de meteoritos esparcidos por la zona.

La zona está emplazada a 40 Km. al sur de la Ruta Nacional 89; a 170 Km. de Roque Sáenz Peña y a 350 Km. de la capital Resistencia.


Cómo        Desde Resistencia por la RN11 hasta Los Palmares y RN89 hasta Gancedo.


Esteros del Iberá



Dónde       Provincia de Corrientes / Esteros del Iberá.

Cómo        Desde Corrientes por la RN12 hacia el S y luego seguir por la RP118 internadose en los Esteros del Iberá.


Yaciretá


Dónde       Provincia de Corrientes / Yaciretá / Isla Apipé Grande. 
Cómo        Desde Corrientes por la RN12 hasta Ituzaingó. Apipé Grande.











[1]      Anónimo / Reinando Carlos Tercero, y siendo Ministro de las Indias (1783)

[2]      Arrowsmith, Aron / A map of part of the Viceroyalty of Buenos Aires.. Londres. (1806)

[3]      Pinkerton, John / La Plata. Londres. (1812 / 1818)

[4]      Arenales, J. / Carta de la sección austral del Gran ChacoBs. As. (1832)

[5]      Arrowsmith, John / This map of the United Provinces of  La Plata, Banda Oriental & Chile. Londres. (1843)

[6]      Society for the Diffusion Diffusion of Useful Knowledge. / South America. La Plata & Chile. Londres. (1844)

[7]      Black, Adam & Charles / Chili, la Plata or the Argentine Republic & Bolivia. Edinburgo. (1854 / 1862)

[8]      De Moussy, Victor Martín / Atlas de la Confederation Argentine. Paris. (1873). 

[9]      Vander Naelen, Phillip / Carte de la confédération argentine... Bruselas. (1866)

[10]     Jones, C. H.; Hamilton, T. H. & Williams, J. David / Southern States of South America. New York. (1873)

[11]     De Moussy, Victor Martín / Atlas de la Confederation Argentine. Paris. (1873). 

[12]     Castro Boedo, Emilio / Carta del Gran Chaco Gualamba. Bs. As. (1875)

[13]     Reinoso, José / República Argentina. Madrid. (1881)

[14]     Carranza, Angel Justiniano / Mapa de la región Oriental del Chaco Argentino. Bs. As. (1883)


[15]     Paz Soldán, Mariano Felipe / Atlas geográfico de la República Argentina. Ed. Félix Lajouane. Bs. As. (1888).